Amar al extranjero
Cuando me mudé a otro país, una de mis primeras experiencias me hizo sentir que no era bien recibida. Después de sentarme en la pequeña iglesia donde mi esposo predicaba ese día, un señor mayor, huraño, me asustó cuando dijo: «¡Córrase!». Su esposa se disculpó mientras explicaba que me había sentado en el banco que siempre ocupaban ellos. Años después, me enteré de que las congregaciones acostumbraban rentar bancos, con lo cual se reunía dinero para la iglesia y se aseguraban de que nadie ocupara el lugar de otro.
Cómo reflejar a Cristo
Teresa de Lisieux era una niña alegre y tranquila… hasta que su madre murió cuando ella tenía solo cuatro años. Se volvió tímida y se inquietaba fácilmente. Pero muchos años después, una Noche Buena, todo cambió. Luego de celebrar con su iglesia el nacimiento de Jesús, sintió que Dios la liberaba de su temor y le daba gozo. Atribuyó el cambio a Jesús, el poder de Dios que dejó el cielo y se convirtió en hombre, y que entró a morar en ella.
Detener los rumores
Cuando Charles Simeon (1759-1836) fue nombrado pastor de la iglesia Holy Trinity, en Cambridge, Inglaterra, enfrentó años de oposición. Como la mayoría de la congregación quería que designaran al pastor asistente en lugar de él, divulgaron rumores y rechazaron su ministerio. Pero Simeon, que deseaba ser lleno del Espíritu de Dios, buscó soportar la murmuración elaborando algunos principios para aplicar a su vida. Uno era no creer nunca los rumores, a menos que fueran absolutamente ciertos. Y otro: «creer siempre que si se escuchara a la otra parte, se daría una versión completamente diferente del asunto».
Prohibido pescar
Corrie ten Boom, sobreviviente del Holocausto, conocía la importancia del perdón. En su libro Tramp for the Lord [Marchas para el Señor], dice que su imagen mental favorita era la de los pecados perdonados y arrojados al mar: «Cuando confesamos nuestros pecados, Dios los arroja en el océano más profundo; no están más. […] Creo que después, Dios pone allí un…
El poder de la oración
Lectura:
1 Samuel 7:7-14
... No ceses de clamar por nosotros al Señor nuestro Dios, para que nos guarde... —1 Samuel 7:8
Un día, cuando estaba profundamente preocupada por un ser querido, encontré ánimo en una parte de la historia de Samuel, un sabio líder de los israelitas. Leer sobre su inter- cesión por el pueblo de Dios al enfrentar…
El poder de la oración
Lectura:
1 Samuel 7:7-14
... No ceses de clamar por nosotros al Señor nuestro Dios, para que nos guarde... —1 Samuel 7:8
Un día, cuando estaba profundamente preocupada por un ser querido, encontré ánimo en una parte de la historia de Samuel, un sabio líder de los israelitas. Leer sobre su inter- cesión por el pueblo de Dios al enfrentar…
Confiar en Dios en la tristeza
Cuando un hombre conocido como «Papá Juan» supo que tenía un cáncer terminal, él y su esposa Carolina sintieron que Dios los llamaba a compartir en línea el curso de su enfermedad. Convencidos de que Él obraría a través de su vulnerabilidad, publicaron sus momentos de alegría y tristeza durante dos años.
Cuando Carolina escribió que su esposo «había ido a…
Él me cambió
Cuando Juan, que dirigía el burdel más grande de Londres, fue encarcelado, creía y afirmaba equivocadamente: Pero soy un buen tipo. En la cárcel, decidió asistir al estudio bíblico para obtener torta y café, pero le impactó la alegría que parecían tener los otros presos. Comenzó a llorar durante la primera canción, y luego, recibió una Biblia. La lectura del…
Fortaleza para el viaje
Un verano, enfrenté lo que parecía una tarea imposible: entregar un material escrito para una fecha inminente. Después de pasar varios días sola, luchando para colocar las palabras en las hojas, estaba exhausta y desanimada, con ganas de abandonar. Una sabia amiga me preguntó: «¿Cuándo fue la última vez que te sentiste renovada? Tal vez necesitas descansar y disfrutar de…
«Alimenta mis ovejas»
En un mensaje en 1911, Oswald Chambers hablaba de ser un joven pastor en Escocia: «Cuando tengas que acarrear sobre tus hombros una [cabra] vieja y sucia hasta la ladera, sabrás de inmediato si pastorear es poesía o no». No quería idealizar esta tarea llamándola «poesía»; más bien, la denominó «el trabajo más arduo, agotador y exasperante». La dura tarea…